Gracias a Dios siempre encontramos personas a quienes les gusta ayudar. En este caso, un señor de apellido Fernández quien construye pequeños muebles de madera y los vende en la feria artesanal de nuestra plaza principal.
Cierto sábado que crucé por allí, me quedé a admirar sus muebles y preguntar precios. Siempre pensando en la salita de la escuela.
Cuando supo para qué era, muy gentilmente me pidió pasara por su casa que me iba a regalar algo. Ese "algo" está en esta foto.
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